Terra alta, Independencia y El castillo de Barbazul: Personaje Principal
Melchor Marín:
Es el protagonista indiscutible de la saga de Javier Cercas: Terra Alta, Independencia y El Castillo de Barbazul. Al principio, en Terra Alta I, es un hombre que apenas llega a la treintena. Es hijo de Rosario Marín: una prostituta y no conoce a su padre. Todo esto, malea a Melchor Marín, y lo convierte en un ser desarraigado y violento, porque desde niño, su existencia no ha sido nada fácil al nacer en un barrio muy pobre que lo hace delincuente. Es más: las circunstancias de su adolescencia han sido dolorosas, vemos su paso por la cárcel y es allí, en prisión, donde comienza a leer. Melchor es capaz de sobreponerse porque los libros le cambian la vida. Eso es lo que hacen los libros: hablarnos de nosotros, contarnos lo que somos, permitirnos entendernos de verdad, permitir que nos repropiemos de nuestra vida. Esto le permite hacerse policía.
Comenzamos conociéndolo porque se llamaba Melchor: cuando la primera vez que su madre lo vio le parecía un rey mago. Vivía en un piso minúsculo del barrio de Sant Roc, en Badalona. Está a 10 km de distancia del centro de Barcelona. Su madre le costeó desde el principio un colegio de pago, alejado de allí: el colegio de los Maristas. De joven fue un maleante que creció entre las drogas y los centros de menores: a los trece años empezó a beber alcohol, a fumar tabaco y a drogarse. A los catorce lo expulsaron del colegio. Empezó a trabajar para un cártel de colombianos que introducía cocaína por el puerto de Barcelona, sin embargo, la policía desarticuló el cártel. A Melchor lo trasladaron a Madrid. El abogado Domingo Vivales fue contratado por Rosario para que lo defendiera. Se le acusaba de los delitos de asociación criminal, tráfico de estupefacientes y tenencia ilícita de armas. Fue condenado a cuatro años en la cárcel de Quatre Camins. Ahí conoció a Gilles, el francés que lo introdujo en el mundo de los libros
Posteriormente, la muerte de su madre cambió su perspectiva y lo indujo a estudiar para ser policía. Se matriculó en el segundo curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria del IOC, el Institut Obert de Catalunya, y empezó sus estudios por internet. También se matriculó en el tercer curso de ESO con el propósito de terminar todas las asignaturas de secundaria en un solo año y salir graduado de prisión. Vivales se las arregló para que lo trasladaran a la cárcel Modelo de Barcelona, en el centro de la ciudad, donde empezó a disfrutar del tercer grado penitenciario, lo que significaba que únicamente debía dormir en prisión.
Durante los tres meses siguientes preparó los exámenes de ingreso en el Institut de Seguretat Pública, la escuela de policía. Se empapó de las leyes básicas, del código de circulación, del Código Civil y del Código Penal, del
Estatuto de Cataluña y de la Constitución española; además, hizo cosas que no había hecho nunca, como leer cada día los periódicos, porque le dijeron que los exámenes podían incluir preguntas sobre noticias de actualidad. Los aprobó sin brillantez, le admitieron en la Escuela y dedicó otros nueve meses a asistir a clase en su sede, en Mollet del Vallès, cerca de Barcelona. Poco después Melchor empezó sus prácticas de patrullero en Cornellà de Llobregat, otra ciudad obrera del cinturón metropolitano de Barcelona. La comisaría estaba ubicada en la calle Travessera, muy cerca de la carretera de Esplugues, y le asignaron a Vicente Bigara como compañero. Además, era su guía en sus primeros pasos profesionales. Después de Cornellà lo destinaron a Nou Barris.
Tras su intervención en el atentado yihadista de Cambrils, donde el protagonista desempeña un papel fundamental, lo destinan a la comarca tarraconense de Terra alta. Melchor Marín para recuperar el anonimato cambia de escenario, y así evitar represalias islamistas. Por esto, han circulado muchas historias sobre él, desde que llegó de Barcelona cuatro años atrás, con un oscuro pasado a cuestas que le ha convertido en una leyenda del cuerpo y que cree haber enterrado a sus casi treinta años bajo su vida feliz como marido de la bibliotecaria del pueblo y padre de una niña llamada Cosette, igual que la hija de Jean Valjean, el protagonista de su novela favorita: Los miserables.
Melchor Marín siempre se identificó con Javert, un personaje de la novela de Victor Hugo, hasta el punto de estudiar para ser policía con el objetivo de vengar la muerte de su madre Rosario, un caso que
quedó sin resolver. Y decide actuar como Javert al elegir sus propias reglas por encima de las reglas comunes: ´´Javert, atónito después de que Jean Valjean le haya rescatado de la barricada de la Chanvrerie y haya renunciado a ejecutarlo como se había comprometido a hacer, deja escapar a aquel prófugo de la justicia al que lleva años persiguiendo, incapaz de detenerlo, y traiciona así el ideal rectilíneo que sostiene su vida: Javert renuncia a cumplir con su obligación de policía dejando libre a Jean Valjean´´. Terra Alta I
Y, al final, estudió biblioteconomía en la Universitat Oberta de Catalunya. Al anunciarse la apertura de una plaza de bibliotecario en la biblioteca municipal de Gandesa se presentó a ella. Había perdido el interés por el trabajo policial, le encantaba la tarea de bibliotecario, y cuando dejó la comisaría, comenzó a trabajar en la biblioteca. Colgó el uniforme de policía para dedicarse a su pasión: la lectura de los libros.
¿Y qué puede hacer volver a Melchor a sus andanzas? Solo la desaparición de su hija. Al principio, cree que Cosette se ha alejado por voluntad propia, pues al enterarse la joven de que su padre le mintió sobre la muerte de su madre, ella misma le pide tiempo, distancia, silencio, soledad. Pero el instinto paternal es más fuerte que todo y Melchor tiene claro que algo malo le ha pasado. Empieza así una investigación propia para dar con el paradero de la adolescente. Pronto, descubre que Cosette no volvió a casa tras su estancia en Mallorca ni durmió en el hotel donde había reservado. Su ropa seguía ahí, y su celular estaba desconectado.
Ante todo esto, Melchor Marín, con el instinto de policía experimentado, decide ir a la isla para rastrear sus últimos pasos. Descubre que Cosette fue atrapada en las redes de un millonario pervertido que la había sometido a todo tipo de aberraciones sexuales. Así decide ingresar en la casa del depredador desatándose un pandemonio.
Melchor Marín, el hilo conductor de la trilogía: Terra alta, Independencia y El castillo de Barbazul. La trilogía nos presenta a Melchor Marín, el personaje central e hilo conductor que permite seguir añadiendo matices a lo largo de estas tres obras: Terra alta, Independencia y El castillo de Barbazul. De hecho, Melchor Marín se convierte en el único personaje de la novela. El resto quedan muy difuminados, junto a él. Apenas tendremos unas pinceladas de ellos, las necesarias para darle la réplica al protagonista evitando que nos despistemos y el foco se aparte de Melchor. Tanto es así, que se ha convertido en el protagonista de una novela titulada Terra Alta de Javier Cercas: ´´—¿A que no sabes de quién es amigo Héctor? —pregunta Rosa; tras un segundo, es ella misma quien responde—: De Javier Cercas. A Melchor el nombre le suena, pero no sabe de qué. —¿No te acuerdas? —prosigue Rosa—. El tipo que escribe esas novelas que hablan de ti. ¿Aún no las has leído?´´ Terra Alta III.
En la historia de la psicología moderna se encuentran dos psicólogos que marcaron la diferencia. Sigmund Freud postuló que todo gira en torno a la infancia y para sanar había que superar el pasado, es decir, la terapia lleva a la sanación. En cambio, Alfred Adler indicó que lo importante es lo que se hace con el pasado, las creencias y el propósito ante la vida, eligiendo el para qué?. Melchor no se quedó anclado en el pasado y demostró su capacidad de solucionar.
Sin embargo, la resiliencia en Melchor no se relaciona con moralidad. Desde pequeño hasta cuando fue a rescatar a su hija, mantuvo un comportamiento agresivo ante las personas que se oponían. Por lo tanto, fue una resiliencia por sobrevivencia, como fuerza impulsora que despunta obstáculos para protegerse sin principios morales, altruistas o de cooperación. Es un personaje principal dentro de la trama social que brinda estabilidad familiar a costa de las interacciones pacíficas con otros. Una respuesta de confrontación y potencialmente dañina para ser ejemplo de valentía social.