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PERSONAJES HISTÓRICOS:

PERSONAJES CRISTIANOS:

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Sancho II: Fue el primer rey de Castilla, entre 1065 y 1072, y, por conquista, de Galicia (1071-1072) y de León (1072).

Alfonso VI: alt textHijo de Fernando I de León y de su esposa, la reina Sancha, fue rey de León entre 1052 y 1072 en un primer reinado, y entre 1072 y 1109 en un segundo, de Galicia entre 1071 y 1072 y también entre 1072 y 1109, y de Castilla entre 1072 y 1109. Durante su reinado, se produjo la conquista de Toledo (1085) y tuvieron lugar las batallas de Sagrajas y Uclés, que constituyeron sendas derrotas para las mesnadas leonesas y castellanas. En la segunda falleció el heredero del rey, el infante Sancho Alfónsez.

alt text Berenguer Remont II: Fue conde de Barcelona (1076-1097). Era hijo de Ramón Berenguer I y de Almodis de la Marca. Al principio gobernó junto a su hermano gemelo, Ramón Berenguer II. Nació en 1053 o 1054 y sucedió a su padre, Ramón Berenguer I, en 1076. Los gemelos no estaban de acuerdo, y dividieron sus posesiones contra la voluntad de su padre. Ramón Berenguer II murió a manos de su hermano, Berenguer Ramón II el 5 de diciembre de 1082. Su hermano, quien se hizo único conde de Barcelona, fue, según la opinión popular, el confabulador de su asesinato.

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Ramón Berenguer II: Llamado Cabeza de Estopa (en catalán Cap d’Estopes) en alusión a su espesa cabellera de color rubio pajizo, fue conde de Barcelona, de Gerona, de Osona, de Carcasona y de Rasez entre 1076 y 1082. Ramón Berenguer se dirigía a Barcelona atravesando el bosque de Perxa del Astor, actualmente dentro del término municipal de Gualba. Unos desconocidos, tal vez sus propios acompañantes, le asesinaron en ese bosque. Su cadáver fue trasladado a Gerona donde recibió sepultura. Su hermano, Berenguer Ramón II, fue acusado de este asesinato, por lo que posteriormente, lo apodaron el Fratricida

PERSONAJES MOROS:

Abú Yaáfar Áhmad ibn Sulaymán al-Muqtádir bi-L·la:
Rey de la taifa de Saraqusta entre 1046 y 1081. Abú Yaáfar al-Muqtádir, de la dinastía de los Banu Hud, llevó a la taifa de Zaragoza a su máximo apogeo político y cultural. Fue mecenas de las ciencias, de la filosofía y de las artes. Mandó construir el bello palacio de la Aljafería donde se reunieron importantes intelectuales andalusíes.

Al-Muqtádir consiguió reunir bajo su mandato las tierras disgregadas tras el reparto de los dominios de Zaragoza entre sus hermanos hecha por su padre Sulaymán ibn Hud al-Musta’in. Solo Yúsuf, gobernador de Lérida, resistió durante más de treinta años los intentos de integración de su hermano, hasta que fue hecho prisionero en 1078.

La difícil situación de Zaragoza, amenazada por el reino de Aragón de Ramiro I y Sancho Ramírez y en constante litigio fronterizo por las tierras de la extremadura navarra y castellana (Tudela, Soria, Guadalajara), obligaban tanto a Al-Muqtádir como a Yúsuf de Lérida a pagar parias a sus vecinos cristianos, en especial al poderoso Alfonso VI de León. Hasta el punto de que, en 1081, su sucesor, Al-Mutaman hubo de contratar los servicios de un mercenario castellano, Rodrigo Díaz de Vivar, conocido más tarde como El Cid, apodo que deriva del árabe Sidi y significa Señor.

Yúsuf al-Mutaman o Al-Mutamin o Almutaman:
Fue rey de la taifa de Zaragoza de la dinastía hudí en su momento de máximo esplendor entre 1081 y 1085, tras el pujante reinado de su padre al-Muqtádir. Fue asimismo un rey erudito, protector de las ciencias, de la filosofía y de las artes, conocedor de las matemáticas, la astrología y la filosofía, que continuó la labor de su padre al-Muqtádir creando una corte de sabios intelectuales que tenía como marco el bello palacio de la Aljafería.

Al-Mutaman heredó de al-Muqtádir en 1081 la parte occidental de la taifa de Zaragoza, que comprendía Zaragoza, Tudela, Huesca y Calatayud, quedando al-Múndir con la zona costera del reino: Lérida, Monzón, Tortosa y Denia.

alt text Walida al-Mustaqfi: Fue una poetisa de Córdoba, Andalucía, hija de Muhammad al-Mustakfi, del efímero undécimo califa de Córdoba. Era una mujer instruida y sabia, segura y decidida, recordada por un papel activo en la sociedad a pesar de los limitantes de su posición, el ser una mujer en un contexto árabe medieval:

´´Aunque las gentes admiren mi belleza, soy como las gacelas de La Meca cuya caza está prohibida´´.

Sidi de Arturo Pérez Reverte. Pág. 126.

Walida se salía de las normas de la época, y no cumplía con los cánones habituales de la mujer musulmana. Era una mujer a la que se le buscaba por su agradable compañía y su inteligencia, además era admirada por su belleza y nobleza. Sin embargo, su desprecio por las conveniencias dio lugar a numerosas habladurías acerca de su conducta, de ahí también que se afirmara que carecía del decoro propio de su nobleza.

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