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Los monstruos existen, pero son demasiado pocos para ser realmente peligrosos. Los más peligrosos son los hombres comunes.

Primo Levi.

ORÍGENES:

El tráfico humano de mujeres y de niños en especial, pero de hombres también, es una práctica tan antigua como la humanidad misma. Solo a partir del Siglo XIX se consideró como problema social. En los últimos años ha comenzado a escalar, y está alcanzando magnitudes alarmantes. A sus víctimas, las venden para distintos fines, sobre todo sexuales, para obligarlas a ejercer la prostitución. Son ni más ni menos los esclavos modernos. También con propósitos de esclavitud laboral, mental, reproductiva, trabajos forzados, extracción de órganos. Las víctimas son mantenidas en cautiverio a través de una combinación de miedo, intimidación, abuso y controles psicológicos u otras formas de coacción, como el rapto, el fraude, el engaño o de una situación de vulnerabilidad.

EL COMERCIO DE LOS SERES HUMANOS:

El comercio con los seres humanos se está convirtiendo en uno más redituable que el de la droga. Ocupa el tercer lugar en importancia, lo preceden el tráfico de drogas y el de armas. Es tan lucrativo justamente porque la materia prima, es decir, las mujeres y las niñas, prácticamente no precisan mantenimiento y las revenden una y otra vez hasta destruirlas. Hay miles de recambio. Las hacinan en sótanos, sin higiene, encadenadas, sin mencionar que las obligan a pagar por todo: la comida, que es una bazofia, las ropas, que son trapos, el alojamiento que es una pocilga. Se trata de una servidumbre por deuda. Y la deuda, por supuesto, nunca disminuye siendo cada vez mayor. Ni qué hablar de las multas que les ponen por mal comportamiento. En resumidas cuentas, son reducidas a una condición infrahumana y una vida de desesperanza.

Una persona normal no imagina los horrores y vejaciones a las que son sometidas. Es necesario que la sociedad conozca sobre esta temática porque es un delito que afecta y perturba la psiquis humana instaurando innumerables perturbaciones psicológicas en las víctimas que lo han padecido. Además, es un delito en el cual nadie está exento de sufrirlo, es por ello que, es necesario prevenir estas situaciones a través de la educación y el conocimiento de la temática.

DUGA SARAJEVO:

Es una organización no gubernamental con personería jurídica y reconocimiento de otras ONG mundiales, dedicada a la lucha contra el tráfico de mujeres y de niños. Fue fundada en el 96 por Lazar Kovać, Bosiljka Dretar y Gordana Prolović. Es una ONG que lucha contra la pedofilia y en el año 2000 extendieron su acción al tráfico de personas. Tienen tres sectores: el legal, del cual se ocupa, Bosa, que es abogada y fiscal, el psicológico, al que se dedica Lazar, y el tecnológico, que maneja Goga.

MISIÓN DE DUGA SARAJEVO: su propuesta es cambiar el modo de pensar de los jueces, los procuradores y los policías en una sociedad machista y retrógrada. Luchar contra una cultura en la que la mujer es un ser inferior al servicio del hombre. El cambio es una tarea de largo aliento, y se comienza con el apoyo de la Oficina de Derechos Humanos, pero sobre todo de las ONG defensores de los Derechos Humanos y enjuiciar a los traficantes como proxenetas secuestradores y violadores, y a las víctimas como mujeres violadas y arrancadas de sus hogares, invocando los artículos del Código Penal referidos a secuestro, coerción, violación, lesiones, privación ilegítima de la libertad y falsificación de documentos, y hacerles comprender a las autoridades que el tráfico de personas es un delito de esclavitud y servidumbre. Las leyes necesitan ser actualizadas y modernizadas.

FUNCIÓN DE DUGA SARAJEVO:

Duga Sarajevo ha ayudado a rescatar a varios niños de las garras de la pedofilia. A causa de esto, en la lucha contra esta perversión sexual revisan constantemente internet e interfieren en los blogs y sitios web sospechosos, aunque tengan firewell. Una de sus funciones es el monitoreo de la Red para encontrar sitios de pornografía infantil. Así, controlan los chats para descubrir pedófilos que fingen querer entablar amistad con niños y adolescentes. Lazar a través de Duga Sarajevo, se ocupaba de encontrar y rescatar niños traficados, porque conocía las profundidades del abismo que los devoraba, la eficacia de la red en la que quedaban atrapados y que los volvía invisibles.

En el año 2000, como se ha dicho anteriormente, extiende su acción al tráfico de personas al enfrentarse a criminales que comercian con seres humanos y los convierten en mercancía y los reducen prácticamente a un estado animal. El reclutamiento de la víctima puede ser mediante el secuestro o a través de diversas ofertas de trabajo que aparecen en los diarios. Para combatir el tráfico humano los miembros de Duga Sarajevo contantemente revisan los periódicos. Las falsas promesas de empleo es quizás la estrategia más amplia y exitosamente utilizada. Sobre todo, avisos en los que se ofrecen trabajos o becas en el extranjero, puestos ofrecidos para au pair, babysitter, acompañante de ancianos, camarera. Hay agencias de turismo que trabajan para las mafias o bien pertenecen a ellas. Los avisos en los que se anuncia que conseguirán visados y pasaportes, pues esa es sin duda una artimaña muy usada de los traficantes. Para garantizar su traslado, el traficante acompaña a las víctimas. Y, por último, alojan a la víctima para asegurar que esté disponible para ser explotada. Para ello, se utilizan distintos métodos, como la privación o restricción de la libertad, el maltrato físico y psicológico, y el suministro de alcohol o drogas para convertidas en adictas y mantenerlas sumisas.

En Duga Sarajevo protegen a las víctimas en refugios secretos y las asisten. Estas llegan destruidas física y emocionalmente. Todas ellas tienen poco desarrollo físico, lo que hablaba de la mala alimentación en sus lugares de origen. Las esclavas sexuales que han pasado por los refugios de Duga Sarajevo son de las pocas que han podido escapar o ser rescatadas. Una vez que son prisioneras, siempre estarán allí dentro. Aun escapando, sus vidas seguirán siendo difíciles. Las lesiones físicas y traumas psicológicos son irreversibles. ¿Cómo puede una persona resistir veinte violaciones al día? ¿Y luego otras veinte al día siguiente? y así sucesivamente, todos los días por venir. Los relatos de las víctimas indican que recurren a una suerte de disociación. Algunas lo hacen conscientemente, porque tienen claro que es una violación y se alejan de su cuerpo hasta que el hombre termine con él. Se viola el cuerpo de otro ser humano con absoluta impunidad e indiferencia sin respeto de los sentimientos, autonomía y derechos de la otra persona. Habían sufrido tragedias que les habían quebrantado el cuerpo y el espíritu, en ese afán de destruirlas totalmente y de asegurarse que no puedan recuperarse nunca de esas torturas y humillaciones.

Tan es así, que, las habían lisiado de una u otra manera. Es casi imposible que superen el trauma porque las secuelas sicológicas nunca se curan. Como mucho pueden aprender a convivir con él, por lo tanto, los recuerdos quedan y llegan para desestabilizarlas y regresarlas a los pozos más oscuros y sórdidos de dolor y horror humanos del que salieron. Hasta ahora, no hay palabras que describan esta situación.

Las brutalidades asociadas con la esclavitud sexual son perversas, violentas y destructivas. Estas víctimas del tráfico humano tienen marcas en los cuerpos: usan látigos, cicatrices de quemaduras de cigarrillos, cortes, golpes con rotura de huesos. Además, de la violencia física a las que cada día eran sometidas, las mataban de hambre y de sed, les permitían dormir solo cuatro horas y las obligaban a mantener relaciones sexuales sin protección de los profilácticos y salen embarazadas y muchas han sido infectadas con VIH. De ahí que, aparte de las enfermedades sexuales que contraían, tuvieron hijos. Casi todas habían parido durante el cautiverio. Los hijos les eran arrebatados. No conocían sus destinos y estaban seguras de que no volverían a verlos, en algunos casos, no pueden regresar con sus familias porque fueron las que las vendieron a la red de tráfico. Sin una ONG como Duga Sarajevo o Defensores de los Derechos Humanos, no tendrán futuro.

EDUCACION Y MARCO LEGAL:

Llamamos esclavitud a lo que les ocurrió a los africanos entre los siglos XVI y XIX y no a lo que les sucede hoy a millones de personas, en especial, niños y mujeres. Los gobiernos ni siquiera cuentan con un marco legal para afrontar el flagelo. Este inadecuado marco legal tiene que cambiar. La justicia bosnia las considera prostitutas y no víctimas de secuestro y violación. Acaban en prisión pues en Bosnia la venta de sexo es ilegal. Los dueños de los bares son juzgados como proxenetas, cuando en realidad son secuestradores y violadores, y salen en libertad pagando una multa. Muchos jueces forman parte de la nómina de gente que trabajaba para las mafias locales. Las ONG no solo deben luchar contra los delincuentes sino contra el sistema que no les da protección a las víctimas.

Así, se torna imperativo educar a las potenciales víctimas y alertarlas de los peligros y engaños. El delito de tráfico de personas es un delito de lesa humanidad. Hasta ahora, las leyes que combaten el tráfico se concentran en el movimiento ilegal de las personas, pero no en el tráfico humano. Mientras esto no se solucione, no existirá paz en el mundo y la nueva forma de esclavitud: la sexual, medrará de manera rampante.