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Larysa/Lary Mariyana Ilić Huseinovic:

Larysa es el fruto de la violencia que ejerció Dragoslav Kirilo Milanković, comandante del centro de detención de Rogatica, sobre Diana, cuando estuvo prisionera durante los años de la guerra. Vuk, fue su violador, torturador y el padre de Larysa. La niña nació en cautiverio, en la escuela Veljko Vlahović, el 03 de febrero del 95, a las dos y media de la madrugada. Se parecía en cada rasgo a Diana, excepto el azul de los ojos, que era igual a los de Vuk. De constitución menuda, piel blanca, cabello negro, rostro perfecto de facciones delicadas, perfil de carrillo lleno y arrebolado, nariz diminuta y apenas respingada, tabique nasal moteado de pecas como la madre, mentón pequeño, boquita regordeta, cuyos labios parecían componer un círculo apenas hendido en la parte superior y en una tonalidad rosada que se intensificaba en contraste con la piel lechosa. Es una niña muy inteligente, precoz y observadora. De carácter dulce y con una innata propensión a la alegría.

La noche del 15 de julio de 1995, Diana había tomado una decisión errada, cuando fue rescatada por el comando de Eliah Al-Saud al dejar a la niña con Suada Mehmedović. Posteriormente, los empleados de Manos Que Curan se la llevan el 17 de enero de 1996 al orfanato Mariscal Tito en Sarajevo. En las cercanías de Međugorje, Bosnia y Herzegovina, el 6 de febrero de 1996 en un autobús provisto por una organización no gubernamental noruega que se ocuparía de reubicar a los niños huérfanos en hogares de la Europa occidental, fue secuestrada por su propio padre. Estaban próximos a la ciudad croata de Split, a orillas del mar Adriático al ser atacados por un comando que asesinó a la directora y al chofer del autobús, llevándose a Larysa con la asistente de la directora Ivanka Broz.

Cuando Larysa tenía tres años le fue diagnosticada en el 98, una enfermedad de la sangre llamada leucemia promielocítica aguda. Es una forma rara de leucemia. Se la sometió a un tratamiento de quimioterapia. La enfermedad le había destrozado el aparato inmunitario y la acechaba nuevamente, condenándola al aislamiento. Por esa razón, jamás departía con niños y nunca había ido a la escuela. Desde entonces, ha recibido una educación académica con una maestra particular, Mrs. Kendrall que le enseña todo lo que necesita saber. Lee y escribe muy bien desde los cinco años, toma clases de inglés. Para Lazar y Diana, Larysa sería parte de la familia que anhelan construir.