El Pintor de Almas: Personajes Principales
Dalmau Sala:
Es hijo de padres anarquistas que han luchado toda su vida por defender sus creencias sin importar lo difícil que se les ha vuelto la vida por ellas. Su padre fue condenado por las bombas de la Procesión del Corpus de Barcelona, en 1896, justo frente a la iglesia de Santa María de la Mar. Fue ajusticiado en Montjuïc por un crimen que no cometió. Sus hermanos pertenecen también a la lucha, asisten a las huelgas, planean golpes, se plantan frente a la policía y no dan un paso atrás.
Dalmau estudió en la escuela de la Llotja de Barcelona. Don Manuel Bello había sido su profesor. Era el hombre que lo había ayudado de niño. Trabaja en el taller de cerámica de don Manuel Bello, su mentor al proporcionarle trabajo en su fábrica. Fue el primer diseñador y dibujante después del maestro. Se ha convertido en un reconocido pintor y ceramista catalán. El talento singular de Dalmau como pintor hará que cada vez sea más solicitado en los círculos burgueses y eso no será bien visto entre su familia anarquista. Es un hombre que ha sido dotado de una especial capacidad que capta la esencia de los trinxeraires: ´´Con el consentimiento de don Manuel, Dalmau continuó dibujando a los trinxeraires. Todos fueron como Maravillas: inconstantes, agitados… o abatidos´´.El pintor de almas de Ildefonso Falcones.
Precisamente, su aceptación en la burguesía será su perdición porque no está preparado para enfrentarse a esa vida y le precipitará al infierno. El choque de esos dos mundos influyen en forma negativa en Dalmau, porque no sabe manejar lo que se le viene encima y cae en la Morfina: ´´A su memoria llegó como un fogonazo el recuerdo del día en el que asaltó la casa de su madre y la saqueó para comprar droga. Gritos, insultos, sus manos temblorosas, la búsqueda obsesiva del dinero, de objetos que vender…´´. El pintor de almas de Ildefonso Falcones.
Lo interesante de todo esto, es que logra rehabilitarse en Pekín, un arrabal creado a finales del siglo XIX por trabajadores chinos o filipinos. Fue entregado por Maravillas a Don Ricardo en este estado: ´´Lo que quedaba de Dalmau, un joven barbudo, con greñas, esquelético y macilento, fue acomodado y aherrojado por un tobillo en un cuartucho sin puerta que se abría entre dos chabolas, en la arena, un par de cajas como todo mobiliario y la protección de una manta para paliar el frío´´. El pintor de almas de Ildefonso Falcones.
Encerrado, Dalmau sufrió ataques de angustia provocados por la abstinencia de la morfina, diarreas y vómitos, espasmos musculares, dolores insufribles. A pesar de todo esto, lo pusieron a trabajar. Sin embargo, la mente de Dalmau vagaba sin el menor contacto con la realidad.
Y después de superar el infierno en el que había caído, el nuevo Dalmau, modesto, cariñoso con los suyos, entregado a la misma causa que Emma, busca nuevos rumbos, a pesar de la persecución implacable al que fue sometido.
Emma Tàsies:
De rostro ovalado, ojos grandes y castaños, labios carnosos, pómulos algo prominentes, nariz recta, pechos grandes, vientre plano, cintura estrecha y caderas redondas. Era proporcionada y voluptuosa, pero también, apasionada, vehemente e inteligente. Fue la novia de Dalmau, y la mejor amiga de su hermana Montserrat e hija de un compañero anarquista del padre de Dalmau Sala. Emma solo tenía doce años cuando perdió a su padre. Había estudiado en un ateneo obrero, donde le enseñaron a leer y escribir, a contar y sumar, cocinar, coser, bordar y poco más antes de que empezara a trabajar, primero en el matadero, con su tío, durante poco tiempo, y luego labora como cocinera en la casa de comidas de Bertrán. Cuando la echaron Emma comenzó a faenar con Matías, el pollero.
Desde el principio de la novela Emma, es una luchadora incansable por la igualdad de todos los ciudadanos, es una defensora de los derechos de los obreros y acude a toda manifestación que se convoca junto con Montserrat, como se observa en el ejemplo: ´´Emma se vio arrastrada por un grupo de huelguistas que huía de la barricada y que corrió a ponerse a salvo. No quería perder de vista a Montserrat. Trastabilló y se encontró sola en la calle, la mayoría de la gente por detrás de ella, alejada; las anarquistas con sus banderas rojas y algunos huelguistas parapetados por delante, y más allá, los soldados. Montserrat continuaba en pie, de espaldas a la barricada, mirándola´´. El pintor de almas de Ildefonso Falcones.