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TRILOGÍA: CABALLO DE FUEGO
Obras: París, Congo, Gaza
Autor: Florencia Bonelli
RESEÑA: Caballo de fuego
Florencia Bonelli, escritora argentina, es la autora de la trilogía Caballo de fuego: París, Congo, Gaza. Tres libros que llevan al lector por un viaje donde se expone hasta donde llega el amor y el odio. A su vez, narra la situación política, económica y religiosa de congoleños, palestinos e israelitas en un momento determinado de la historia contemporánea. Florencia hace del lector un participante emotivo por vivir un amor en un contexto donde el poder y la injusticia social se visten de derechos humanos.

El título de la trilogía es Caballo de fuego. En las creencias del pueblo chino y en su cultura está el horóscopo como instrumento de orientación, constituido por 12 ciclos anuales de animales con características de cualidades y defectos del nacido. Cada año de nacimiento representa un animal. Existe un ciclo llamado Caballo agrupando a 5 tipos: madera, fuego, tierra, metal y agua. Es uno de los animales más complejos, en especial el de fuego. Eliah Al-Saud es el protagonista de la historia y refleja en su personalidad aspectos resaltantes propios de ser un Caballo de fuego. Matilde la protagonista es Cerdo de metal. Ambas personalidades de acuerdo al horóscopo no son signos compatibles, pero el amor los complementa para ser uno.

La trilogía es la historia de amor de Eliah y Matilde. Él es autosuficiente, disciplinado, mantiene un cuidado integral de su físico, inquieto, no le gusta esperar, tiene una reputación de huraño, melómano y le gusta sentirse en libertad. Aparte de que es dominante, frío, impaciente, reservado e introspectivo. Matilde es tranquila, serena, dedicada a ayudar sin esperar nada a cambio, auto reflexiva, siempre espera dar más, así no le den. Él es un soldado profesional (mercenario) y ella, pediatra infantil.

Eliah y Matilde abanican con colorido territorial las diferentes realidades históricas de París, Congo y Gaza. Se describen los lugares, invitando a incorporarse en ese andar cuando se pasa por esas calles y sitios. A su vez, las relaciones sexuales se visten de descubrimiento y adrenalina, lo que llevó a Matilde a ver el acto sexual como parte del disfrute y felicidad, para Eliah es un sentir descabellado, sin control en los sentimientos que iba experimentando.

En estas novelas se mezclan como núcleos temáticos la condición humana y, la vida y la muerte. No es solo una simple historia de amor que llega a altísimos niveles de erotismo. Así vemos, a la par otros temas que se desarrollan a lo largo de las tres obras: el terrorismo, los mercenarios y las guerras.

En París, se origina la historia de los personajes principales: Eliah y Matilde, que comienza como un amor adolescente hasta alcanzar su plenitud. Es el florecer del amor para ambos personajes y cómo telón de fondo: París. La relación amorosa tendrá sus dimes y diretes, lucharán contra sus propios egos y secretos, y seguirán en la búsqueda de ese amor. Entra en la historia el conflicto palestino-israelí, se vislumbra las complejidades que este conflicto trae, que no tiene nada que ver con los protagonistas, pero igual se verán involucrados.

En Congo, Eliah llega a esa región para recuperar a Matilde, a quien considera la razón de su existencia. Aunque continúa el enfrentamiento amoroso con sus frustraciones y reconciliaciones. Después de una nueva ruptura, Eliah Al-Saud se impone olvidar a Matilde y acabar con la obsesión que lo ata a ella. A la par, hay el trasfondo político de una sangrienta guerra con el objetivo de adueñarse de las riquezas minerales del Congo y las consecuencias que estas guerras traen sobre todo a las mujeres y los niños.

En el tercer libro: Gaza, los vericuetos de la relación llegan a la reconciliación definitiva y es Palestina y Jerusalén, donde se viven estas escenas. El conflicto palestino-israelí es el telón político, económico de otra guerra fratricida, donde no se ve el compromiso de respetar al otro.

PERSONAJES PRINCIPALES:
Matilde Martínez Sánchez y Eliah Aymán Al-Saud.
Matilde Martínez:
Nació el 14/03/1971 en Córdoba, Argentina, tiene el aspecto de una adolescente, aunque tiene 26 años. Ojos plateados, cara ovalada, pestañas largas, casi transparentes, la curva de la frente es amplia, blanquísima, sin líneas, de una piel tersa como la de un bebé, cabello rubio natural, casi blanco en algunas regiones y de un largo inusual, labios gruesos, pómulos sobresalientes y mejillas hundidas, mentón pequeño y puntiagudo al tiempo que redondeado, dedos largos de cirujana. Voz diáfana. Se sonroja con facilidad. Mide 1,59 y pesa 50 kilos, figura pequeña, pero de curvas marcadas, busto generoso y trasero respingado. Es tímida, compasiva, remilgada, generosa, dulce en el trato, algo ingenua. Se caracteriza por su paciencia. Su presencia es luminosa, es crédula, no sabe decir que no. Sin embargo, es tenaz por naturaleza y perfeccionista. Según el horóscopo chino es un cerdo de metal. Sin duda, tenía una veta de acero del que surgía un espíritu feroz para defender lo que amaba y en lo que creía, a pesar de ser una mujer baja y muy menuda. Tiene una personalidad muy definida: cuando se propone un objetivo, no se detendrá hasta lograrlo, detesta la violencia y las discusiones.

Hasta su adolescencia vivió en el esplendor y la opulencia, pero fue muy infeliz sin amor filial y un fracaso matrimonial con Roy Blahetter, siendo violada y considerada una mujer frígida por su propio marido. Ella relaciona ese mundo con lo superficial, con lo vano, y lo desprecia. O simplemente, lo ignora. Sufre a los 16 años un cáncer que la mutila en aquello que más anhelaba: tener hijos. Aparentemente, tiene en contra la supervivencia a la convivencia en sociedad, pero cuenta con un par de amigos incondicionales que la ayudarán a sobrellevar las circunstancias que le toca vivir y no la soltarán ni en sus momentos más tristes, porque en el plano familiar, Matilde fue sometida al odio, al rencor y al desprecio de su propia familia.

De todo esto, aprende a tomar decisiones que le hacen seguir adelante, conquista los retos y las dificultades como una manera de superarlos, de imponerse a ellos sin decaer. Sus estudios de medicina en Pediatría compensarán la ausencia de hijos. Con su meta de irse de su país cumplirá una misión autoimpuesta: ayudar en África a quien la necesite. No ha tenido una vida fácil, logra superar escollos, pero está fracturada emocionalmente. Aunque ya es una mujer, en su interior sigue siendo inmadura en cuanto a relaciones, ya sean románticas (para la cual se niega), ya sean sociales (no sale de su círculo de amigos). Lo que la salvó de ese naufragio emocional, como dijimos anteriormente, es su amistad con Juana y Ezequiel. La familia, la religión, la escuela le fallaron, pero la relación de hermanos con sus amigos la mantuvieron a flote.

Todo cambia cuando conoce en el avión en el que viaja a París a Eliah Al-Saud y con el nuevo año de 1998 se inicia su historia. Y, Matilde Martínez comienza a ser otra, una con la cual había soñado: una mujer libre, desprejuiciada, valiente por el amor de Eliah. La felicidad la volverá fuerte. Matilde experimenta esa sensación de protección y regocijo con Eliah, su refugio del que no desea salir. Con él actúa de manera espontánea, embargada de paz, de alegría, de deseo. Así como Eliah, Matilde se sentía poseída de la inmensidad de ese sentimiento que le quitaba el aliento, lo amaba de un modo irracional. En menos de dos meses y con la ayuda de Al-Saud, había roto la corteza que la mantenía prisionera, para salir al mundo y entregarse a él, que le había devuelto la dignidad. A veces se quedaba quieta y meditaba acerca de la Matilde de antes y en la revolución que había operado en su espíritu ese viaje y ese hombre. Lo supo desde el instante en que posó los ojos sobre él en el avión. Sin embargo, a pesar de su amor lo rechaza debido a su condición de estéril. Solo lo supera en Gaza cuando ambos se sinceran totalmente y ella acepta casarse con él sin reservas.

Eliah Al-Saud:
Nació el 07/02/1967 en París, Francia. También posee la nacionalidad saudí. Es políglota. Maneja con soltura pasar de una lengua a otra, sin caer en errores gramaticales, sin mezclar las palabras ni las expresiones. Su facilidad para los idiomas le permite hablar: francés, español, árabe, inglés, italiano, alemán y japonés. Tiene rudimentos en hebreo, suajili o swahili, ruso, serbio y bosnio.

De acuerdo al horóscopo chino, Eliah es un Caballo de fuego de carácter parco y reservado. De ojos verde esmeralda, los párpados inferiores parecían delineados de negro y los superiores, sombreados de una pigmentación marrón, las cejas, anchas y oscuras como el carbón, pestañas negras y tupidas que intensificaban el color de los ojos, piel oscura, tosca y gruesa con espeso vello negro, frente amplia, nariz recta de poros dilatados, de grandes fosas nasales, pómulos apenas marcados, cara cuadrada de líneas rectas, boca pequeña, con límites bien definidos y de labios carnosos, cuello grueso, cabello renegrido cortado a ras, como un militar, nuez de Adán prominente, de 1,92 de estatura, cuerpo delgado, elástico, ágil, torso oscuro, velludo y firme, piernas fuertes y fibrosas. Emanaba una masculinidad agresiva. Todo ello, producto de las artes marciales que practica desde adolescente guiado por su mentor y maestro Takumi Sensei, entre otras: Ninjutsu, Krav magá, cinturón negro, seis dan. Es conocido por su corazón duro y calculador. Educado y cortés, sin embargo, guarda distancia. Es encantador y ocurrente, sonrisa franca, casi inocente que desentonaba en un rostro que exudaba experiencia y cinismo, posesivo e irascible, nada paciente y muy poco compasivo aun cruel pero moderado ya que mantenía sus pasiones bajo control. Estaba adiestrado para evitar el efecto sorpresa. También es vanidoso, egoísta, soberbio, obstinado, orgulloso, autoritario, independiente y fuera de lo común. Es un hombre mundano, racional y analítico.

Dotado de un intelecto superior se empeña en conseguir los cambios que desea por la fuerza y el poder de la voluntad. Tal es al principio, en su relación con Matilde, él que jamás se había impuesto a una mujer, acostumbrado a ser celado y perseguido se convierte en un Otelo desde que la conoce, consciente de que lo guiaba una conducta primitiva, la del macho que marca el territorio y señala a su hembra. Solo se impone con Matilde y así, derriba las barreras de ella por los problemas que arrastra de esterilidad y vaginismo.

Es de sangre ardiente en todos los planos. Se altera fácilmente y es demasiado inconsecuente para llevar a cabo tareas repetitivas. Su personalidad multifacética necesita variedad en su vida hasta llegar a actos heroicos. Esto se observa, cuando le salva la vida a Edmé de Florian en Morgadiscio, Somalia al caer en una emboscada, producto de una delación, o también, cuando le salva la vida a Nigel Taylor al ser atacada la Misión San Carlos en el Congo.

Le encanta trabajar, se anticipa a la acción y al cambio, y su trabajo es más eficiente cuando él es el responsable. Era uno de los mejores pilotos de guerra de L’ Armée de L ‘Air de Francia. Peleó durante la Guerra del Golfo, sobrevoló y atacó el territorio iraquí desde el principio hasta el final. Luego, fue miembro del cuerpo de élite de la OTAN: L’ Agence. Siempre había desoído los cánones y preceptos familiares, y por ello, no toleraba supervisiones, o al menos, no aceptaba la autoridad de otros, aunque estos sean su padre o sus superiores. Cuando deja L’ Agence se encontró con que no sabía hacer nada, excepto ser un soldado profesional. Por eso, fundó la Mercure S.A. Information and Security Services, donde puede desarrollar varias situaciones simultáneas y, por lo tanto, desempeñar labores independientes, dinámicas y cambiantes. Posee una energía desmedida y pasión descontrolada que a larga le llevan a cometer graves errores, como le dice a su madre. Tal es el caso, de su relación con Celia Martínez o Céline que produce su ruptura con Matilde en París al conocerse su amorío de años y su trabajo de soldado profesional. Su relación con Mandy Taylor y las fotos con Gulemale, hacen que nuevamente se separen en Congo, tras la pelea. Porque con Matilde todo fue diferente, provocaba en él, sentimientos tan fuertes, contradictorios y, sobre todo, sinceros. Sólo ella lo hacía sentir vivo y honesto. Desde que se conocieron había luchado por ella cuando a las demás, incluso a Samara, las había tenido al alcance de la mano. Ella había incitado su alma de conquistador, y seguía haciéndolo porque Matilde todavía no se rendía por completo.

Es viudo a causa de la trágica y prematura muerte de su esposa. Pese a haber amado a Samara, nunca le había sido fiel. Se había tratado de un amor inmaduro que murió antes de florecer. No llenó sus aspiraciones como hombre hasta que llegó Matilde que, en su simpleza, lo fascinaba y puso su vida patas arriba y se adueñó de todos los espacios que tenía que ocupar, como el mismo le dice a Juana, quien le descubre su beta celosa. Celos que llegan hasta sus amigos y hermanos. Ni siquiera soporta que Alamán le ponga las manos encima. Es un problema que nació con su amor y que nunca había experimentado en relaciones anteriores. Matilde era la experiencia más abrumadora y desconcertante de su vida, llegaba a su sustrato más íntimo, que rara vez se manifestaba. Es la única mujer que lo estremecía de amor.

Pero también, Matilde le desataba lo peor de su esencia, cuando lo dominaban los celos y la lujuria le despertaba la ambición de poseerla. Ese espíritu salvaje y posesivo no aceptaba que nadie la admirase excepto él, como lo admite ante ella: ´´Me volví loco de rabia y de celos con el asunto de Blahetter. Te celé hasta de tu padre. Tengo celos del Congo y de la gente que curarás allá. Y tengo celos de Ezequiel, porque te conoce como nadie y porque lo querés tanto. Y de tus compañeros del Lycée y de los que tendrás en Manos Que Curan. Tengo celos de todo y de todos´´. Pág. 318. Caballo de Fuego I.

Estos celos van ocasionar roces y conflictos con Matilde. Incluso, le dice a Kolia, su hijo biológico, que le presta a Matilde y de noche a su regreso es de él. Es la posesión absoluta del ser amado por su personalidad intensa y dominante. Es un hombre pagado de sí mismo, serio y circunspecto con todo, sin embargo, cede ante Matilde que, le inspira sentimientos de ternura y con ella llega hasta las lágrimas sin importarle la debilidad a la que lo exponía, como lo observamos en este ejemplo: ““Matilde rompió a llorar de nuevo, y él no hizo esfuerzos por contenerse; lloró sin esconder los sentimientos y los temores, expuesto y desnudo como no se habría permitido presentarse ante nadie, excepto ante ella”.Pág. 549. Caballo de Fuego III.

Su sola presencia lo pone ansioso como un adolescente, aturdido de sentimientos. Desde el principio, deseaba ser el centro del interés de esa mujer, aunque le había costado ganar su confianza. Matilde de un plumazo borra su amor por la libertad y hace que su independencia sea cosa del pasado. Ya no sabía estar solo. Lo quería todo de ella, en especial, su admiración y su devoción. Tanto que le resultaba intolerable la idea de traicionar a Matilde. Él se postraba ante ella, admiraba su espíritu evolucionado, desapegado de las cuestiones mundanas, naturalmente inclinado al bien, veneraba cada centímetro de su cuerpo con la misma devoción que admiraba su mente y su espíritu. En fin, Matilde había sido distinta desde el comienzo. Aún no se reponía de la irrupción de esa pediatra argentina, cuya naturaleza, le había trastornado el modo de vida y le había reacomodado los valores.

¿Qué descubrimos en esta relación?
Vemos como Matilde poco a poco va creciendo como personaje al derrumbar sus traumas sexuales, ayudada por Eliah, pero todavía no termina de aceptar su condición de no tener hijos. Y este asunto, acicateado por la revelación de Celia, hace que Matilde influenciada por sus demonios personales termine con Eliah en esta primera parte que se desarrolla en París, porque no quiere atarlo a su vida sin hijos.

En cuanto a Eliah, va dejando de pensar en sí mismo para anteponer ante él a la única persona a la que se muestra tal y como es: Matilde. Es más, tanto él como ella, solo lo consiguen plenamente en Gaza, la tercera parte, cuando desnudan sus almas y abordan cualquier tema en el Hotel Rey David, dejando atrás el pasado de ambos. Su confianza, entrega y amor es total. Eliah le dice que lo convirtió en mejor persona y ella piensa en lo hermosa que es la vida si están juntos, porque él le da sentido a todo.

Sus Orígenes:
Los dos protagonistas provienen de familias con privilegios, pero la de Matilde es una familia disfuncional, donde su padre no quería a su esposa porque amaba a otra y le fue infiel, y su madre una mujer que cumplió sus roles sin sentirse feliz. La familia de Eliah se mantuvo en una unión de amor y cada hijo vivió el ejemplo del respeto, autoridad y confianza entre padres, abuelos y tíos.

Las dos familias fueron el contexto de lo que cada uno decidió ser en su desarrollo biopsico, social y espiritual. Mientras, la familia de Matilde giraba en torno a la descalificación constante, indiferencia entre sus miembros y lucha de poder. Esto produce la Matilde enfermiza, aislada y llena de traumas que conocimos. En cambio, la de Eliah se desenvolvía en el fortalecimiento de la estima por el mismo y por su familia. Así, en él le produce su dinamismo emocional ya que sus padres amorosos valoran sus logros. Socialmente, ambas familias lucharon por mantener y mantenerse en una sociedad de lucha de poder político, territorial, económico y social.

Familia de Matilde:
Aldo Martínez Olazábal/Mohammed Abú Yihad:
Padre.
Sesenta años.
Rasgos aquilinos de finas facciones.
Barba entre rojiza y encanecida, prolija, aunque espesa.
Inmaduro e inseguro.
Alcohólico.
Aristócrata venido a menos.
Banquero que cometió fraude y robo.
Ex presidiario. Estuvo preso cinco años.
Convertido al islam en la cárcel.
Viaja mucho y lleva vida de millonario.
Contrabandista.
Estuvo enamorado de Francesca De Gecco en Córdoba, Argentina.

Siente un amor desmedido hacia Matilde por sobre las demás hijas y esposa. Matilde sufre mucho a causa de la preferencia que Aldo tiene por ella, ya que le arruinó su relación no sólo con sus hermanas sino con su madre. La psicóloga aseguraba que en ese triángulo sin resolver entre su padre, su madre y ella se hallaba el origen del trauma por el cual Matilde no había podido enamorarse ni tener sexo.

Dolores Sánchez Azúa:
Madre
Egoísta, celosa. Se la pasaba en Buenos Aires detrás de Aldo, descuidando la educación de sus hijas, que quedaban a cargo de Doña Celia. Para Matilde, ni Dolores su madre, ni su abuela Celia se habían destacado por el instinto maternal.
Poseedora de una belleza indiscutible aunque fría.
Dramática, insensible ante su hija.
Rica heredera porteña.
Culpa a Matilde de su fracaso matrimonial.
Se vuelve a casar y vive en Miami.

Celia Martínez Sánchez:
Hermana mayor de Matilde. Tiene ojos celestes, piernas largas y perfectas. Mide 1,80. Es modelo: una de las top five de París, Milán y Nueva York. Se publicaban fotografías de ella en revistas como Paris Match, Hello, Vogue y Vanity Fair. En el ambiente profesional, se conoce como Céline. Desde muy joven se va a París. Presume de su belleza como si se tratase de una virtud que había alcanzado por mérito propio y no de un regalo de la naturaleza. Prácticamente, rompe lazos familiares. Sobre todo, con Matilde a quien odia desde que nació, le tenía unos celos enfermizos y la culpa del desamor de su padre, de su tía Enriqueta y de su abuela Celia. Matilde siempre se sintió culpable de la infelicidad de Celia. Cuando llegó a París su tía Sofía le presentó a Eliah Al-Saud. Desde entonces, mantuvo un amorío durante años con Eliah, a pesar de estar casado con Samara Al-Muzara.

Ella encarnaba: la traición, los bajos instintos, lo superficial, la frivolidad. Padece un trastorno psicológico grave debido al consumo de alcohol y cocaína que lleva alrededor de diez años. Su caso requería internación inmediata.

Dolores Martínez Sánchez:

Hermana
Vive en Argentina, está casada con hijos.
Su relación con Matilde es distante, casi inexistente.

Abuela Celia:

Casada con Esteban.
Autoritaria.
No demuestra cariño hacia la familia.
Vive de apariencias y lo primero es el qué dirán.

Enriqueta Martínez Olazábal:

Viuda.
Tía, es hermana de su padre.
Superó su alcoholismo.
Artista plástica reconocida. Su madre se oponía a su vocación por las Bellas Artes. Es la pintora más afamada de Argentina, Sus cuadros se remataban en las salas de Sotheby‘s y de Christie‘s en Nueva York. Es la autora de Matilde y el caracol.
Siente amor filial hacia Matilde.

Sofía Martínez Olazábal:

Es la hermana menor de su padre.
Se escapa con su novio Fernando/Nando Guzmán, que no pertenecía a su misma clase social y era moreno. Tienen un hijo de 17 años, Fabrice, y la mayor, Amélie es monja.

Familia de Eliah:

Padres:

Kamal Al-Saud: príncipe saudí, de ojos verdes como el jade, cabello blanco, cejas negras, alto. Tiene 72 años. La familia Al-Saud pertenece a una secta sunita llamada wahabita. La fundó Mohamed ibn Abd-al-Wahab; de ahí que se llame así. Es la más estricta del Islam. Es hijo del fundador del reino de Arabia Saudí, Abdul Aziz Al-Saud y Fadila.

Francesca De Gecco: nació en Córdoba, Argentina. Es de origen italiano. Tiene 57 años. Hija de Vincenzo De Gecco y Antonina D’Angelo. Su padre murió cuando era una niña. Antonina nuevamente se casó con Alfredo/Fredo Visconti. Alfredo se marchó junto a su esposa a pasar los últimos años de su vida a Villa Visconti, Italia.

Existe un libro anterior que puede considerarse la precuela de la trilogía Caballo de fuego, titulado Lo que dicen tus ojos (2004), donde los protagonistas son los padres de Eliah: Kamal y Francesca. Narra la historia de los Al-Saud, una de las familias más ricas del mundo. Está ambientada en los años 60 entre Argentina y Arabia Saudí.

Hermanos:

Shariar Al-Saud: parco y reservado, es el hermano mayor, ingeniero civil, dueño del George V y de la empresa constructora Kingdom Holding Company. Está casado con Jacqueline y es padre de cuatro hijos: Francesca de ocho, Gaëtan, de seis, Guillaume, de tres y Dominique de seis meses.

Alamán Al-Saud: es el segundo de los hermanos Al-Saud. Tiene 34 años. Ojos verdes como el padre. Contextura sólida y maciza que lo habría hecho pasar por un peso pesado del boxeo. No tenía nada de la elasticidad que se veía en el cuerpo delgado de su hermano Eliah.

Es simpático, abierto y espontáneo. De modo afable y espíritu optimista, sonrisa amigable, y eterno buen humor. Tiene el temperamento más expansivo de los hermanos Al-Saud. Establece lazos muy fuertes con sus sobrinos, al contrario, de Eliah. Es considerado el romántico de la familia Al-Saud. Se juega con su hermano Eliah y es el único que conoce su actividad como soldado de un grupo de élite.

Es ingeniero eléctrico. Trabaja como free lance, y su principal cliente es la Mercure, proveyéndolos de tecnología de punta. Había cimentado una sólida amistad con Peter Ramsay. Lo conocemos en París y luego va al Congo en una misión de la Mercure y ahí ve a Joséphine Boel, de la cual se enamora perdidamente, en la casa de Gulemale, donde estaba hospedado.

Alamán quedó prendado de la belleza africana de Joséphine. Encontraba encantador su acento. Nunca se había sentido tan a gusto con una mujer. Alamán se había embarcado en muchas relaciones, algunas más serias que otras, era consciente de que algo definitivo acababa de ocurrir en su vida. Lo azoraba la certeza del sentimiento, la sensación de plenitud y la contundencia con que lo abordaba. Se trataba de una experiencia novedosa, la de sentir que ella le daba fuerza, a pesar de la hostilidad de Balduino Boel al oponerse férreamente a la relación. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, ambos jóvenes logran seguir y luchar por su amor.

La situación en las Kivus es cada vez más complicada y la guerra se avizora como la única salida. Ante esto, Alamán después de la trágica muerte de Baduino Boel por la situación que provocó Frédéric al atacar la hacienda Anga La Mwezi, decide irse del Congo con Joséphine a vivir en París y casarse.

Yasmín Al-Saud: morena, ojos y cabello negros, es coqueta y frívola, de 29 años, es la hermana menor de los Al-Saud. Es bioquímica y tiene un laboratorio. Prometida de André Saint-Claire, un hombre de familia prestigiosa, con dinero y una carrera brillante: es miembro del directorio de Air France. Yasmín rompe su compromiso con André porque está enamorada de Sándor Husenoivic, su guardaespaldas.

Hijos de Eliah y Matilde:

Jérôme: nació el 10 de diciembre de 1990, flaco y alto para su edad, de ojos casi redondos, pestañas cortas y tupidas, nariz delgada y boca no tan carnosa, de origen tutsi. Es hijo adoptivo de Matilde y Eliah. Quedó huérfano cuando una brigada interabamwe atacó la aldea en que vivía con su familia. A su padre Oscar Kashala lo asesinaron de un machetazo. Su madre Alizée Omalanga fue salvajemente violada y falleció como consecuencia de una herida interna en la vagina en el hospital. Su hermanita Aloïs de un año había llegado sin vida. Según, Takumi Sensei es un Caballo de Metal.

Nicolai Eliah/Kolia: hijo de Eliah y Natalia Azarov. Nació el 22 de febrero de 1998. De cabello negro y ojos celestes, piel cetrina. Salvo en los ojos, no se parecía en nada a su madre. Más bien, impresiona el parecido con Eliah.

Amina Al-Muzara: nació el 15 de diciembre del 95, de cabello lacio, muy locuaz Es hija de Sabir y Maira. Tras la muerte de su madre había sido criada entre adultos. A la muerte del padre pasa a la tutela de Eliah y Matilde.