Aquitania: Luy VII de Francia
El primer heredero del rey Luy VI el Gordo, había muerto años atrás en un accidente mientras volvía a París: un cerdo se le cruzó por el camino y Felipe salió volando de la cabalgadura. Se rompió el cuello, apenas sobrevivió unos minutos a su agonía. El Gordo lo lloró, pero no perdió el tiempo e hizo coronar enseguida a su segundo hijo, Luy el niño, un crío débil y enclenque. El padre de Eleanor estuvo presente, como todos los demás vasallos que se vieron obligados a rendirle homenaje.
Luy tenía once años, era delgado, huesudo de cuerpo, pelo rubio, de carácter asustadizo, influenciable y manipulable, débil y pusilánime, que no fue educado para rey, una situación a la que llegó por la muerte de su hermano mayor. Pero tampoco era el hombre manejable y blandengue con el que Leonor esperaba encontrarse. Tanto es así, que el rey prefiere los consejos del templario eunuco Thierry de Galerán. El propio Galerán, la reina madre y el abad Suger cercaban a Luy y tomaban las decisiones del reino por él, sin dejarle apenas iniciativa.
Luy es un joven sensible, introvertido, recto y con un gran sentido del deber que hubiese querido dedicarse a la iglesia pero la muerte de su hermano mayor lo ha convertido en heredero al trono. No desea casarse con Leonor, una joven con fama de aguerrida y luchadora, pues sabe que no podrá con ella, pero su padre le obliga mediante amenazas. El carácter del joven es devoto, ascético, ingenuo, torpe, poco enérgico e indeciso, se entiende mal con el carácter fuerte de Eleanor. Sin embargo, los diez primeros años parecen discurrir sin problemas. Su carácter circunspecto y responsable, lo hizo enviar a su hermano Roberto a invadir Vermandois en castigo por la bigamia del conde Ralf de Vermandois con la hermana de Eleanor. Aunque va cambiando No quisiera perjudicar a tu marido. Le he tomado aprecio; lo creía débil, pero lo vi firme en Poitiers. Una nueva fuerza, sospecho que ni él creyó que la tenía´´ Pág. 179. Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi.
Más adelante, nos enteramos que estuvo presente el día en que los dos Capetos forzaron a la heredera de Aquitania. El rey indolente no hizo nada para evitarlo, como él mismo le dijo a Eleanor y ella recuerda Y más me dolía la nueva muralla de silencio que iba a tener que erigir entre ambos. Si él me había ocultado que fue testigo de la infamia de mi estupro´´. Pág. 260. Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi.
En 1144 en un arrebato, Luis VII ordenó la quema de una iglesia con trescientas personas dentro, donde todas fallecieron; el abad Suger, recomendó entonces a modo de penitencia, la marcha inminente a la Segunda Cruzada. Luis se llevó a Leonor al viaje porque era celoso, y tal vez, estaba embelesado por Eleanor. En Antioquia surgen grandes desavenencias entre la pareja por celos, ya que el reencuentro de Leonor con su tío Raimundo, quién se encontraba en Oriente, estuvo marcado por grandes fiestas al estilo de Poitiers e incluso se llegó a rumorar sobre un romance. Ante los rumores, Luy no apoyó a Rai. Luy obligó a su mujer a volver con él a la fuerza, aunque lo hicieron separadamente.