A fuego lento: La Literatura tiene su lugar en la novela.

Uno de los espacios en la novela es una librería y a lo largo de la obra hace referencia a autores, libros y a su lectura.
Libros mencionados en la obra:
Cocinar con una sola olla. La nueva cocina con vegetales. La maldición de Hill House Shirley Jackson.** A Dark-Adapted Ey Barbara Vine. https://www.goodreads.com/book/show/83422.A_Dark_Adapted_Eye
No es país para viejos Cormac McCarthy. https://www.kobo.com/us/es/ebook/no-es-pais-para-viejos
Tema central: Intercambio de drogas.
En el silencio del bosque Tana French. https://www.adnovelas.com/libro/el-silencio-del-bosque/
Tema central; asesinato infantil. Jardín de cemento Ian McEwan. https://www.goodreads.com/book/show/310917
Tema central: Adolescentes sin autoridad patriarcal.
La liebre con ojos de ámbar de Edmund de Waal.
Novelas de Sally Rooney. Es una autora que escribe sobre las complejidades de las relaciones entre amigos y amantes.
A continuación una cita de la obra donde se observa el interés por el género de la novela negra:
“El hecho de que Irene hubiera leído ya la mayor parte era irrelevante. Lo importante, aquello que con toda seguridad Carla no sabía, a pesar de que era su propia hermana de quien estaban hablando, era que Ángela maltrataba los libros: rompía los lomos, doblaba las esquinas de las páginas, garabateaba en los márgenes. Así, al hojear el ejemplar de Ángela Sutherland de La maldición de Hill House , por ejemplo, una podía advertir que había subrayado ciertas frases («A la pobre chica la odiaban a muerte; se ahorcó, por cierto»); o, al pasar las páginas del manoseado ejemplar de Ángela de A Dark-Adapted Eye, podía descubrir hasta qué punto simpatizaba con los sentimientos de Vera respecto a su hermana («¡Exactamente!», había escrito en el margen junto a la frase que nos decía que «Nada mata como el desdén, y el desdén que sentía por ella me sobrevenía con intensos sofocos»). De vez en cuando una podía incluso encontrar un pequeño fragmento del pasado de Ángela: un punto de libro, por ejemplo, o un billete de tren, o un trozo de papel con una lista de la compra («cigarrillos, leche, pasta»). En No es país para viejos había una postal adquirida en el Museo de Victoria y Alberto en la que podía verse una fotografía de una casa con una cerca de madera blanca. En El silencio del bosque encontró un trozo de papel con el dibujo de dos niños cogidos de la mano. Y en Jardín de cemento , una tarjeta de cumpleaños azul y blanca con una ilustración de un barquito cuyo papel estaba ya algo arrugado y desgastado a causa de tanto manoseo. «A mi querido Daniel —rezaba el mensaje—, con todo mi amor por tu décimo cumpleaños. Besos, tía Carla.»”
“Ella y Ángela solían intercambiarse libros continuamente, pues compartían predilección por las mejores novelas policíacas (no solo las violentas, también las inteligentes, como las de Bárbara Vine o P. D. James) y por aquellos clubes de lectura de ficción a los que la gente como Carla Myerson sin duda hacía ascos.”